El secreto
Ana Aupi
¿Cuándo entenderán que la semilla guarda en la punta del tallo que la quiebra,
la verdad de los árboles?
Se requiere violencia para domesticar en serie nuestras ganas de vivir.
Hileras de piñas por kilómetros,
de palma y hule.
El maíz que traza mi piel
tiene sulfatos
y también tiene memoria.
Secretos que hablan cuando yo callo
que cuentan certeros de parcelas sembradas en grupo
reuniones que no llegan
porque en lluvia, hay que juntarse en Kak’ik y a la siembra.
Cuando un niño nace aquí, sembramos un palo de coco
y a tum y chirimía, la tierra vence
ensancha su abrazo
en un viaje impetuoso que hace siluetas de polen.
Viene sonriente entre la pulpa
mientras el deshielo de los glaciares sube el mar,
el agua salada inunda el cocal
para preguntarnos:
¿Cuándo su magia y aplomo
tendrá la sagrada espera,
que será un campo?